sábado, 3 de noviembre de 2012

Lars Von Trier: Genio y rebeldía

El cine debería sentirse como se siente 
una piedra en el zapato.
Lars Von Trier

Quizá no haya otra expresión artística que conjugue tantos elementos (música, literatura, teatro, fotografía, diseño, danza, etc.) como lo hace la cinematografía. El cinema es un arte de artes. 
Por mi parte puedo argüir que el cine, después de la literatura, es mi forma de expresión predilecta. 
Hoy el blog dará un nuevo giro y, con temor a ser indigno de ello, comenzaré a hablar de cine.

Inaugurar una nueva sección es harto difícil porque marca el rumbo de lo que serán las próximas publicaciones, por eso, para empezar de digna forma, está página estará dedicada al genio del danés Lars Von Trier.


Lars Von Trier

Lars Trier (como aparece originalmente en su acta de nacimiento) nació en Copenhague, Dinamarca, el 30 de abril de 1956. Su madre había prefijado que fuera artista, razón que la llevó a embarazarse de un pintor. Años después, cuando la madre estuviera en su lecho de muerte, confesaría a Von Trier que su verdadero padre no era aquel con el que se sentaba a cenar a la mesa todas las noches.
Von Trier siempre fue un cineasta prematuro; a temprana edad consiguió su primera cámara, una modesta super 8 con la que solía filmar gran parte de su cotidianidad. Ingresa en los 80's a la escuela de cine de Conpenhague y entre 1981 y 1982 gana varios premios en el Festival de Cine de Munich. Se gradúa de la academia en 1983.
Su opera prima: El elemento del crimen (1984) es inscrita en el Festival de Cannes y gana un premio por logro técnico, esta inauguraría su Trilogía Europea.
Agregaría un Von a su nombre en homenaje a los cineastas Erich Von Stroheim y Josef Von Sternberg.
Lanza en 1987 la segunda parte de su trilogía europea: Epidemic, una cinta no muy bien acogida por la crítica que narra la vida de un cineasta (interpretado por él) que trata de conseguir fondos para la realización de una película sobre un virus que asedia a Alemania.
Le llegaría la fama con la última parte de su trilogía: Europa (1991). Su cinta consigue el tercer puesto en el Festival de Cannes; abjura de Roman Polanski, quien en ese entonces era presidente del jurado, y se autoproclama ganador moral del certamen. Su film es innovador, mezcla escenas en blanco y negro con escenas a color.
La visión experimental de Von Trier tendría dos de sus mayores ejemplos con el surgimiento del proyecto fílmico Dimensión o Día D consistente en el rodaje de una cinta sólo tres minutos al año durante treinta años, que según planea se estrene en el 2024, y la creación, junto a Thomas Vinterberg, del Dogma 95, un decálogo de reglas fílmicas inalienables. 

El Dogma 95 plantea un diametral rechazo a las superproducciones, a la utilización de efectos especiales y a todos los convencionalismos del cine. El también llamado Voto de Castidad es el siguiente:

1. Los rodajes tienen que llevarse a cabo en localizaciones reales. No se puede decorar ni crear un "set". Si un artículo u objeto es necesario para el desarrollo de la historia, se debe buscar una localización donde estén los objetos necesarios.  
2. El sonido no puede ser mezclado separadamente de las imágenes o viceversa (la música no debe ser usada, a menos que esta sea grabada en el mismo lugar donde la escena está siendo rodada).  
3. Se rodará cámara en mano. Cualquier movimiento o inmovilidad debido a la mano está permitido. (La película no debe tener lugar donde esté la cámara, el rodaje debe tener lugar donde la película tiene lugar). 
4. La película tiene que ser en color. Luz especial o artificial no está permitida (si la luz no alcanza para rodar una determinada escena, ésta debe ser eliminada o, en rigor, se le puede enchufar un foco simple a la cámara). 
5. Se prohíben los efectos ópticos y los filtros. 
6. La película no puede tener una acción o desarrollo superficial (no pueden mostrarse armas ni pueden ocurrir crímenes en la historia). 
7. Se prohíbe la alineación temporal o espacial. (Esto es para corroborar que la película tiene lugar aquí y ahora). 
8. No se aceptan películas de género. 
9. El formato de la película debe ser de 35 mm. 
10. El director no debe aparecer en los títulos de crédito. 
De este dogma saldría uno de los mejores filmes de Von Trier, Rompiendo las Olas (1996), quien ganaría el premio especial del jurado en el Festival de Cannes, y una nominación a los premios Óscar de su protagonista Emily Watson. En está cinta Von Trier también rompería los estatutos de Dogma; el final de la película es una escena digitalizada.
Rompiendo las Olas sería el inicio de una nueva trilogía: El Corazón de Oro, a la que le seguirían Los Idiotas (1988), censurada debido a sus fuertes escenas sexuales y apegada por completo a Dogma, y Bailando en la Oscuridad (2000), protagonizada por la cantante finlandesa Björk y ganadora de la Palme D'or en el Festival de Cannes. La canción de la cinta I've Seen it All fue nominada a los Óscar como mejor canción.

Su última trilogía, U.S.A., está conformada por Dogville (2003), rodada por completo en un hangar cerrado y protagonizada por Nicole Kidman, Manderlay (2005), protagonizada ahora por Bryce Dallas Howard y que sigue la misma línea de Dogville, y Washington que aún continúa en producción. Lars ha sido criticado por tratar temas americanos sin nunca haber pisado Norteamérica, debido en parte a su miedo a volar.

En el Festival de Cannes de 2009 presentó su cinta Anticristo, film de género fuertemente criticado por sus escenas sexuales y de automutilación; es protagonizado por Charlotte Gainsbourg, quien gana el premio a mejor actriz, y Willem Dafoe, y me parece una de las películas más perturbadoras que jamás se hayan realizado.

En Cannes 2011 estrena Melancolía, drama psicológico que explora la psique de una familia conocedora del inevitable fin del mundo. Es protagonizada por Kirsten Dunst, quien también ganó el premio a mejor actriz, y Charlotte Gainsbourg. Hasta el momento, está perfilada como la obra maestra de Von Trier.
En estos momentos se encuentra en rodaje Nymphomaniac, nuevo trabajo que retratará el despertar sexual de una mujer y que será protagonizado por su ya habitual y genial actriz Charlotte Gainsbourg.

Estilo e ideología 

Lars Von Trier se caracteriza por ser un cineasta que no sigue las reglas. De ahí que Dogma 95 no fuera sino un manifiesto contra las convenciones y los clichés del cine de los ochentas y los noventas. Ya una ideología similar había precedido a la suya, me refiero a los disidentes de los setentas: Martin Scorsese, Francis Ford Coppola, Denis Hopper, Paul Schrader, Charles Burnett, entre otros, quienes refutaron los métodos fílmicos de Hollywood. 
Así, Von Trier fue un director polémico desde sus inicios; burlándose de los cánones se abrió paso en una industria excluyente, cosa que sólo puede alcanzarse o siendo un "vendido" o siendo un genio. Lars optó por lo segundo:
"Soy un melancólico danés masturbándose en la oscuridad ante las imágenes de la industria del cine"  
Hizo de la pornografía una de las formas del arte (Los idiotas, Anticristo) y jugó inteligentemente con los temas contemporáneos para darles dignidad y verosimilitud (el fin del mundo, Melancolía). Las protagonistas de sus películas suelen ser mujeres atribuladas, que buscan redención. Excluye las trivialidades y todo lo que no sea digno de ser añadido a una secuencia. Cuida hasta lo obsesivo la fotografía y cada ángulo de cámara. A veces hace uso de múltiples tripies (cien cámaras fijas en una secuencia de Dancer in the Dark). Cuando utiliza efectos visuales, hace de cada cuadro un poema (Anticristo, Melancolía), aprovecha perfectamente el recurso del superslow. Teatraliza sus películas (Dogville, Manderlay). Sus argumentos son sólidos y viven por sí mismos, su casting es prodigioso. 
Una de las virtudes del estilo de Von Trier es que no tiene un estilo, explota la metamorfosis del ámbito, su pensamiento es inextricable. Lars Von Trier no se define por una película, se define por el conjunto de todas sus películas; estas no se parecen entre sí. 
Si hoy vieras Rompiendo las Olas y mañana Melancolía jurarías que son de un director distinto. Así es Lars Von Trier: polémico, impredecible, experimental, rebelde. Así son sus cintas: profundas, entrañables, como traer una piedrita en el zapato.     

Nota: Von Trier también ha dirigido The Kingdom, una serie danesa de culto.

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