viernes, 18 de enero de 2013

De las repeticiones

En alguna de esas interminables tardes americanas de mediados del siglo XIX Emerson creyó intuir -probablemente observando la nervadura en la hoja de un arbusto o algún vasto cielo azul- que "la naturaleza es la infinita combinación y repetición de unas cuantas leyes" (Essays, I, I). Hacia 1982, el matemático polaco Benoit Maldelbrot publicó un tratado denominado Fractal Geometry of Nature, en donde se expone el estudio de los fractales como intrínsecos elementos de la naturaleza. Un fractal es un objeto geométrico que se repite un número determinado o tal vez indeterminado de veces. 
Quizás el caso más citado del fractal es la estrella de Koch. La cual no es sino un copo de nieve construido a partir de la iteración de un triángulo equilátero; en cada iteración quedan sustituidos los lados del triángulo por una variación conocida como curva de Koch (véase: Une méthode géométrique élémentaire pour l'étude de certaines questions de la théorie des courbes planes, txt. en fr.). 


No sólo la complejidad de la naturaleza había quedado reducida a la repetición de unos cuantos axiomas geométricos simples. A mediados del siglo XX un caballero inglés llamado Bertrand Russell demostró que la aritmética, la geometría o la dinámica racional, en suma toda la matemática, se componía de ocho o nueve constantes lógicas: "El número de constantes lógicas indefinibles no es grande: parecen, de hecho, ser ocho o nueve. Estas nociones por sí solas forman el objeto fundamental de toda la matemática..." (The Principles of Mathematics, 1950). 

Hablar de la biología o la física cuántica es baladí y una perogrullada. Todos sabemos que cualquier ser orgánico está compuesto por células que a su vez están compuestas por átomos que a su vez están compuestos por cargas eléctricas que a su vez -y con base en estudios recientes y especulaciones- están compuestas por cuerdas infinitesimales y oscilantes. La ciencia propende a la búsqueda de las mínimas fracciones, está volcada al descubrimiento del origen ínfimo. El universo no es más que la variación y la repetición de unas muy contadas constantes esenciales.  

Empecé con Emerson y terminé con el bosón de higgs que inevitablemente nos dirige al trabajo de Peter Higgs. Acaso la física y la filosofía comparten alguna afinidad. No obstante, la versión emersionana de las repeticiones me seduce más que la incierta teoría de la cuerdas.              


martes, 15 de enero de 2013

Pequeño manual de Entomología I

Arañas

Por si fuera poco, empiezan a entretejer sus telarañas y a adosar sus huevecillos en el interior de mi cabeza.


Cucarachas

En la cocina, en el baño, bajo la mesa, sobre el sillón, repugnantes humanos pululan por doquier.


Mantis religiosas

Les cortan las cabezas (sí, las cabezas) a sus novios después del coito. Luego se ponen a rezar.


Moscas

Bajo el matamoscas, el triste insecto espera reencarnar en un caballo.


Grillos

Como todas las noches y desde hace diez años, los grillos interrumpieron su sueño. Activado el percutor, los grillos jamás volvieron a cantar.



domingo, 13 de enero de 2013

Tres mínimos tormentos

Decepción

Recorriendo una de las vastas y oscuras galerías de su castillo, el príncipe sajón lo descubrió: los fantasmas no son más que sueños malogrados.


Sentencia

El laborioso alegato del inmortal no conmovió al jurado. Fue condenado a la indiferencia.


Doomsday 

Uno por uno ardieron los libros. El último en morir fue Alonso Quijano.


sábado, 12 de enero de 2013

El rey que creía en la derrota

Como todos los años, el rey de una de las melancólicas regiones del norte vino al castillo a contemplar el óleo en el que un tigre devoraba un antílope. Un viejo mozo, al que los años habían ido desdibujando, preguntó al rey por la índole de sus visitas, ya que, según su precaria experiencia, la escena del cuadro era asaz común en la naturaleza. El rey, conmovido, miró con indulgencia al hombre y respondió: vengo de un país frió en donde el sol es gris y los árboles negros, me han criado para la victoria y he vencido en muchas guerras. La sangre macula mi espada y mi escudo está forjado con cráneos. Mi blasón es la conquista. Y sin embargo, no he probado la dignidad de la derrota; un rey tiene derecho a todas las cosas menos una: ser vencido. Yo, mozo, observo al tigre, soberbio y sanguinario, y veo al antílope, digno en su muerte. Acaso una vez al año, me imagino como el antílope y vivo todas las cosas.

jueves, 10 de enero de 2013

La agonía del árabe

Dos hombres se pierden en el desierto. Caminan sin rumbo hasta que encuentran a un moro tendido en la dorada arena. Al pie del moro los hombres desaparecen; el moro acaba de morir.  

miércoles, 9 de enero de 2013

Misantropías 0

Misantropía 0.1

Nadie te odia más que yo.


Misantropía 0.2

¿No sabes qué es la misantropía? Consulta un diccionario.


Misantropía 0.3

El vigésimo cuarto día del tercer mes es el día de tu cumpleaños. También la fecha de tu muerte.


Misantropía 0.4

Gregor Samsa, convertido en un repugnante insecto, jamás se sintió más contento.


Misantropía 0.5

Despertaste: El dinosaurio todavía seguía ahí, devorándote.


Misantropía 0.6

Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve. Fueron cayendo como fichas de dominó antes de recargar mi revolver.


Misantropía 0.7

Somos un juego bélico de playstation. Dios lleva siglos divirtiéndose.


Misantropía 0.8

Los espejos y la cópula son abominables, porque multiplican el número de los hombres.*
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*Borges, Tlön, Uqbar, Orbis Tertius 


Misantropía 0.9

Uno por uno entraron en la cámara de gas.
-¿Esta es la salida?-, preguntó un despistado.

martes, 8 de enero de 2013

Cuatro tautologías

Destino

En el desierto, un hombre encuentra una moneda. El exergo muestra una fecha: la de su muerte.

Libertad

Un hombre, en su catre, sueña una llanura. Un azor raya el crepúsculo. Despierta: el techo está cuarteado y le aprietan los grilletes.  

Amor

Arde la Biblioteca del hombre. El hombre se suicida.

Dios

Los astros, lo signos, las montañas y el tigre preexisten en el alma del hombre. Ergo, Dios es el Hombre. 

lunes, 7 de enero de 2013

Sísifo

Una cadena de ceniza pierde forma en el Estigio.
A lo lejos, hacia el este, una roca se desploma en un declive.
En la cumbre de la escarpa, un condenado se lamenta.

Castigo de los dioses, temible esfuerzo
sin sentido; vuelve al inicio deplorable,
de la cumbre a la falda de la falda a la cumbre
renueva su tortura; roca trágica
cae sin fin bajo su peso, ya otra roca
conoció el héroe Prometeo.
Aherrojó a la muerte, vana infamia:
dilató a los hombres su martirio.
No supo que el destino sin ocaso
no es válido destino, es repetición
aborrecible del arquetipo.
A mitad de la montaña bajando en su fatiga
va el rey de Éfira, triste y eterno
como su camino.

domingo, 6 de enero de 2013

Una copa

En la mesa hay una copa
que bosqueja el infinito
y se confunde con el tiempo
de Dante en el exilio.
De rojo vino son las cosas
detrás del rojo vidrio;
la barba de mi padre,
la blanca luz ya no más blanca.
Poco a poco se consume
como una rosa se marchita,
sin paladearla vaporiza
cual corso Napoleón en Santa Elena.
Me figuro el universo
contenido en esa copa,
la mesa bajo ella,
la casa en que se posa.
Dios puso en mi camino
la copa de ese vino,
me ha descifrado el infinito
en unas cuantas gotas.