viernes, 30 de diciembre de 2011

Xipe Tótec

Hacia el este en un frío valle legendario
nace el dios fértil e inmaculado
revestido de espigas doradas sobre la aurora
de carmesí, imitando el sacrificio.
Nuestro Señor, el Desollado se despoja
de la piel y nos alimenta con su dermis,
y llueve, simbolizando la sangre derramada
sobre la humanidad y las cosechas
de maíz enterrado bajo el yermo.
Inmolado sea el esclavo
en la piedra sagrada del recinto
extirpado el corazón, luego desollado.
La piel dorada vuelta su armadura
representando el eterno renacer
del elegido.
El sacerdote con la vestidura del esclavo
danza y canta al rededor del artefacto pétreo,
invocando al bebedor nocturno, 
incitándolo al orvallo 
invitándolo al diluvio.
Cada año nos evitas las sequías
en nuestros campos destemplados
torvos, usas la nueva piel en primavera
y evocas a la serpiente
alígera, emplumada.

Alexis

1 comentario:

  1. Lee y controlaras, no leas y serás controlado. Muchas gracias por el comentario en Esquizofrenia y gracias por sumar voces hacia la literatura. Tal vez, a la larga, las personas se den cuenta de su error y vuelvan a necesitar el silencio. Me gusta como manejas tu Blog, me gusta que hables de Arte, pues eso es el arte, la vida, pero con otro ritmo. La emoción sin el deseo.

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