viernes, 7 de octubre de 2011

Sueño...

¿Has estado en aquellas gélidas llanuras? ¿temes a la soledad y a la muerte?. Es normal que sientas miedo de sumergirte en desolados valles y en fríos abismos, mas sin embargo, eso que tu temes yo lo amo. Un inefable sentimiento de melancolía anega mi alma y me mantiene vivo a lo largo de esta lóbrega travesía. El crepúsculo más oscuro es aquel que siento cuando languidece la llama de la realidad, y me adentro en mis interminables sueños de ignoto sentido. La soledad es mi compañía y la melancolía mi inspiración. Los rayos de la hermosa luna que refulge en el cielo me llaman a aventurarme y surcar el más límpido cielo que se extiende a lo largo de idílicos paisajes y lúgubres bosques. El rumor del río me invita a probar los interminables placeres de la vida, compartiéndolos con las ninfas que corren alegres en la orilla. Y la muerte. Pero que es la muerte sino el comienzo de una nueva era, donde el cuerpo terrenal yace en la tierra y el espíritu se transforma en brisa invernal que rocía las flores en el alba. Si pudiera morir esta noche, lo haría pensando en ti, porque volteo a lo alto y diviso tu mirada como dos estrellas fugaces que navegan por encima de la tierra. Permanezco taciturno contemplando el valle de la muerte y esperando a que llegue por fin la hora del sepulcro, pues sólo así, mi alma volará más allá del horizonte y entonces, sólo entonces por un ínfimo y eterno momento, sentirás que el amor no era como lo imaginabas y verás que va más allá de aquellos mundanos placeres, en ese instante te fundirás conmigo y nos adentraremos en un infinito universo donde lo único que existirá será mi más noble afición a tu ser etéreo…

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